Diseño multilingüista
Diálogo con Tajëëw Díaz Robles

Mixe de Tlahuitoltepec (Oaxaca), forma parte del Colmix y es maestra en antropología social. Sus trabajos de investigación se han centrado principalmente en los sistemas normativos indígenas de comunidades de Oaxaca, la identidad textil comunitaria y los procesos de activismo digital de lenguas indígenas.
P: ¿Por qué hacer diseño desde otras léxicas?
En todos los ámbitos que pensemos, sea diseño, lengua, o formas de organización, la diversidad enriquece. Sin embargo, el sistema dominante impone lenguas, estados y formas de consumo, y ese sistema atenta contra la diversidad.
El Colmix es un colectivo que surge de la inquietud de tener un espacio para hacer investigación sobre nuestras comunidades. Un poco la broma era que ojalá existiera un Colegio de México (Colmex) para estudiar asuntos de la región y la lengua mixe; y el Colmix es el ejercicio de diseñar activamente estos espacios. A lo largo de estos 12 años que llevamos en esta articulación interdisciplinaria e interregional, hemos trabajado muchos de los temas de nuestro interés. Julio César Gallardo Vásquez es biólogo y cartógrafo, y sus mapas nos invitan a otras formas de leer y ver nuestro propio territorio. Tonantzin Díaz y Yásnaya A. Gil que tienen formación en lingüística, hacen investigación sobre la lengua mixe, y también están participando en procesos de formación de más personas interesadas en la gramática y la didáctica de la enseñanza de la lengua.
Una de las problemáticas que hemos identificado en el trabajo que realizamos es que hay una pérdida muy acelerada de la lengua, por eso hemos trabajado mucho en la creación de materiales para la enseñanza y el aprendizaje de la lengua mixe. Ahí hay un ejercicio importante de diseñar, en el sentido más básico de la palabra, los materiales didácticos y las ilustraciones para que sean llamativas para las nuevas generaciones.
Estamos empujando nanoky, un sello editorial propio; y explorando otras lógicas de colaboración tecnológica, por ejemplo, con StoryWeaver, una plataforma de la India que tiene una interfaz de traducción para que la niñez pueda tener cuentos ilustrados en sus propias lenguas.
Y la traducción en este sentido, ha sido una herramienta clave para el trabajo del Colmix. No sólo queremos compartir nuestras historias tradicionales, también en mixe se pueden contar historias de otros pueblos y territorios, y se puede crear en todos los géneros posibles.
Cuando pensamos en diseño, pensamos en diseñar herramientas y tecnologías. Claro que quisiéramos tener infraestructura tecnológica localizada a mixe, pero ahorita estamos en un momento en el que podemos aprovechar y adaptar lo que ya existe; y privilegiar espacios de intercambio y de autocapacitación para, en un futuro próximo, imaginar y crear nuestras propias tecnologías. Nos ha nutrido mucho conocer experiencias de otros países del mundo, hemos aprendido en los últimos años mucho sobre los maoríes y su posicionamiento sobre soberanía tecnológica y de datos, y eso ha sido muy importante para nuestra propia reflexión sobre uso de las tecnologías1 y al hablar de licencias comunes2.
Hay que tener la capacidad de imaginar, y eso es lo que hacemos desde el Colmix, y de pronto, en ese ejercicio de imaginación se van concretando ideas y proyectos. Es un proceso constante de diseño y creación sobre qué queremos, cómo lo queremos, y con quiénes colaboramos. Como colectivo, nos reconocemos parte del resultado de un proceso bastante amplio en la región, y esperamos seguir fortaleciendo un proceso de autonomía territorial, comunitaria, y epistémica.
1 Robles Díaz, Tajëëw (2023). Alexa, amënyï*. Algunas consideraciones sobre la inclusión de las lenguas indígenas en las tecnologías del habla. Inteligencia Artificial Feminista: hacia una agenda de investigación para América Latina y el Caribe.
2 Robles Díaz, Tajëëw y Gallardo Vásquez Julio César (2024). Algunas reflexiones sobre la creación, autoría y propiedad desde una experiencia mixe. Mal que dura cien años: Siete ensayos sobre creación colectiva frente al derecho de autor en México.

Figura A: Mapa de Oaxaca, un estado compuesto por 18 naciones. Elaboración: Colmix, 2019.

Figura B: Mapa de la región mixe en Oaxaca, muestra el porcentaje de población mayor de 5 años que habla mixe. Elaboración: Colmix, 2019.
P: ¿Cuál es el papel de las comunidades en estos procesos de diseño?
De entrada, la sola existencia de la comunidad es relevante, la suma de estos procesos biológicos, demográficos, sociales, económicos y culturales que derivan en la existencia de una sociedad. Y el que nosotras hayamos nacido en esa comunidad concreta, y que en esa comunidad aprendimos nuestra lengua, disfrutamos de las fiestas y crecimos en esa espiritualidad; hace que todo el tiempo pensemos en nuestro trabajo en relación a la comunidad. Todo el tiempo pensamos que lo que hacemos es para que los niños de la comunidad puedan tener libros que leer, o para que los maestros tengan opción de otros materiales de enseñanza.
Nos situamos en la comunidad, pero no tenemos ninguna autoridad comunitaria. En algunas comunidades o en algunas regiones, tú puedes decir “esto es comunitario”, pero en realidad tu potencia comunitaria no es porque vayas y consultes a la asamblea —como órgano de gobierno— cada actividad que haces. La pertenencia a la comunidad va marcando tu práctica y hace que tu posicionamiento, o tu punto de enunciación de lo que haces sea comunitario. Creo que es importante no perder de vista esto cuando hablamos de la comunidad, porque de pronto existe una idealización de que todo se hace a través de asambleas. Pero esos procesos son sumamente complejos, las asambleas se preparan, y no solo es el tiempo de la gente, sino también las condiciones materiales que implican su organización. Sin embargo, y al mismo tiempo, esos procesos de toma de decisión educan a los que formamos parte de estas comunidades, lo cual, hace que de manera última siempre pensemos en cómo nuestro trabajo va a ser recibido por la comunidad.
P: ¿Cómo diseñar un mundo multilingüista y qué tecnologías tenemos para ello?
El mundo ya es multilingüe, pero que sea visible para todos, esa es otra cuestión. Siempre hemos tenido diversidad, aunque siempre han habido sistemas que buscan desaparecer la diversidad.
Ahora estamos en un momento en que entre más capitalista sea el mundo, es más sencillo administrar una humanidad uniforme que hable un solo idioma y que consuma lo mismo.
Cuando en el Colmix pensamos en tecnologías, podemos hablar de la tecnología de la escritura. El mixe se escribe desde hace miles de años, trazamos una línea entre la llamada escritura epiolmeca y nuestra escritura contemporánea. Algunos colectivos mayas ahora están retomando la escritura de glifos para escribir, pero creo que la escritura como tecnología se va adaptando al presente. En el mixe, en específico, hay registro de la escritura de la lengua mixe con el sistema alfabético desde la colonia. Y a finales de los 70s, un grupo organizado de personas mixes tomaron la decisión de apropiarse y replantear la escritura del mixe, como una herramienta para potenciar las autonomías y la educación propia. Contaron con asesoría de estudiosos de la fonología de la lengua para decidir cómo escribir la lengua con el alfabeto, y tomaron decisiones prácticas de representación de ciertos sonidos usando diéresis, por ejemplo.
Nuestro planteamiento es que necesitamos que todas las lenguas tengan todas las herramientas y espacios para poder seguir disfrutando de ellas. Nosotros necesitamos más programadores, tipógrafos, pedagogos y lingüistas para seguir con nuestro trabajo. Yásnaya A. Gil ha mencionado en algunos textos, hablando de lenguas indígenas, o de las hablantes de estas lenguas; que no es que nos guste resistir, que ojalá pudiéramos solo disfrutar y dejar de hablar en términos de resistencia, porque eso querría decir que los sistemas de opresión de esta diversidad ya no existen. Todavía no estamos ahí, pero imaginemos. Y al imaginarlo, también nos enfocamos en lo que queremos construir, un momento en que haya generaciones alfabetizadas en mixe, que van a aprender español como segunda lengua, o que van a ser bilingües equilibrados porque ninguna lengua va a ser excluida, o discriminada o considerada menos útil.